Arriba del todo mi firma a la izquierda y a continuación a su derecha el título Diario de un Nac Mac Feegle. Justo debajo pone blog personal. Todo ello en letras negras. Debajo de todo eso mi cabecera, alargada y estrecha, ocupa todo el ancho de la página: DIARIO DE UN NAC MAC FEEGLE escrito con la curva adecuada para que formen el símbólo del infinito. A su derecha una media luna que lo bordea. Colores verde, naranja y marrón claro. A la izquierda del todo y abajo una foto de mi cara dentro de un circulo en plan avatar, todo ello sobre fondo negro. Debajo de esta cabecera ya viene el texto en letras negras sobre fondo blanco. Abajo del texto en mayúsculas pone LEER COMPLETO EN y una mano que señala en la última fila de abajo soyaspieyque.com que está escrito con los colores de la cabecera y a su derecha el mismo infinito también de la cabecera. El texto central de la imagen dice: ¿Continuamos donde lo dejamos ayer y seguimos charlando sobre la rigidez mental y las distorsiones cognitivas? ¿Os parece? ¡Venga! La función va a comenzar, apaguen sus teléfonos móviles y no fumen. . ¡Empezamos!

Star Wars: la rigidez mental II

En el capítulo I aprendimos lo que era una distorsión. Cuando nos enfadamos convertimos el problema en algo gigantesco, somos absolutamente inflexibles con lo sucedido e implacables con la persona que ha cometido el error. Le damos una dimensión al hecho desmesurada.

Gracias al “feedback” que me fuisteis dejando ayer en los comentarios, creo que el término «rigidez mental» no está del todo claro y nos resulta aún un poco confuso. Voy a intentar aclararlo del todo explicando cómo sería la forma correcta de gestionar una situación de enfado.

Supongamos que un compañero de trabajo se equivoca, comete un error en algo que a nosotros nos parece sumamente sencillo. Tenemos dos formas de afrontarlo, la flexible y la rígida.

Vamos a empezar por la flexible.

Lo primero de todo es aceptar que todos nos equivocamos: «errare humanum est». Lo ha hecho mal pues lo ha hecho mal, que le vamos a hacer. Lo importante aquí es solucionarlo. Hay una manía muy habitual de esta sociedad en la que vivimos que es la de buscar culpables. Parece que disfrutamos señalando al otro cuando lo realmente importante es solucionar el problema.

Seamos flexibles, aceptemos que los seres humanos no somos máquinas y nos equivocamos, aceptemos el error y no echemos sobre esa persona todo el peso de la ley, ni de la culpa, no seamos duros ni implacables, entendamos la situación, no lo ha hecho mal queriendo, simplemente no se ha dado cuenta o no ha sabido hacerlo mejor.

Ahora con toda la asertividad del mundo (tranquilos, educados, amables, buenas palabras…) nos dirigimos a la persona que ha cometido el error y, sin hacerle sentir culpable, sin atacarlo, le decimos algo del tipo: oye Obi Wan (Star Wars, siempre Star Wars), mira que estaba echándole un “vistacín” a esto y me ha surgido una duda: aquí donde pones tal… que te parece si mejor lo cambiamos por… no pasa nada eh que está bien pero quizá sería mejor si… porque quizá de esta manera se pueda malinterpretar un poco por… ¿vale?, ¿te parece bien?

Al comentárselo amablemente y no sentirse atacada, la otra persona estará receptiva, se dará cuenta de su error y lo corregirá. Sin hacer sentir mal a nadie, sin enfurecernos ni por dentro ni por fuera, lo hemos solucionado sin caer en el lado oscuro (otra frase que os he colado). Ya podemos seguir con nuestras cosas. Todo solucionado, tranquilos y bien, como si no hubiera pasado nada.

Ahora vamos a afrontarlo de la otra manera, de la forma rígida. Vamos a utilizar el mismo ejemplo, pero esta vez vamos a ser inflexibles e implacables con el error. Duros.
Empezamos a rumiar por dentro. Pero vamos a ver ¿cómo coño ha hecho esto? Pero este tío es tonto o que le pasa. ¡Vamos no me jodas!, ¡pero si era sencillísimo!, ¡siempre igual!, ¿pero en serio no lo ve?, hay que ser inútil. No lo entiendo, de verdad que no lo puedo entender.

¿Qué es lo que estamos haciendo en este caso? Estamos siendo absolutamente inflexibles e intolerantes con el error humano. ¿Lo contrario a flexible que es? Exacto, rígido. El antónimo de flexible es rígido. Quizá se entendiese mejor si habláramos de ser rectos o estrictos pero el nombre no se lo he puesto yo.

¿Qué pasa cuando atacas y hieres a un animal? pues que te suelta un zarpazo. Una persona que se siente atacada lo único que hará por instinto será defenderse de la forma y manera que pueda, enrocándose, se pondrá el caparazón y alzará una muralla. Habrás perdido la oportunidad de que te escuche, no habrás solucionado nada y, además, le habrás hecho daño a él y a ti mismo. Sí, siendo rígidos también nos hacemos daño a nosotros mismos porque, como ya hemos visto, magnificamos tanto lo sucedido (distorsión cognitiva) que después nos pasamos tres días con el rucu, rucu mental.

Imaginaos ahora cuando nosotros hacemos algo mal. Por ejemplo, nos olvidamos de las cosas. Esto es habitual, no saber el día en que vivo. Seguro que también os pasa. Ahora llega la otra persona y os empieza a decir cosas del tipo:
Es que siempre estás igual, es que nunca me escuchas, es que ya te vale, es que eres un desastre, es que se te olvida todo… ¿cómo os sentís?, mal ¿verdad? No lo hacemos a propósito. Se nos olvida pues se nos olvida, ¿qué le vamos a hacer? ¿Es justo que nos traten así? No.

¿De verdad es para tanto que no se nos haya olvidado algo? No, yo creo que no.

¿Cómo se está comportando la otra persona con nosotros en estos momentos? ¿está siendo flexible y comprensiva con nuestro error? no, para nada. Está siendo totalmente implacable con nosotros, absolutamente inflexible, nos está castigando duramente. Está siendo rígida.
Para la otra persona es inconcebible que no seamos capaces de hacer algo que desde su punto de vista es muy sencillo.

¿Os suena?, pues es justo lo mismo que les hacemos nosotros a ellos.

Pues sí, los neurotípicos son exactamente igual de rígidos que nosotros, aunque ellos no lo sepan. La única diferencia es el contexto. Las cosas que a nosotros nos resultan sencillas, ellos no las consiguen ver o hacer. En ese caso somos nosotros los rígidos con ellos. Pero al revés también, las cosas que para ellos son sencillas, a nosotros nos cuestan. Ahí son ellos los que son inflexibles con nosotros.

¿Por qué os estoy contando esto? porque dándonos cuenta de cómo nos sentimos cuando ellos son inflexibles con nosotros, podemos comprender sus reacciones y lo mal que les hacemos sentir cuando somos nosotros los que estamos siendo rígidos con ellos.

Y, ¿para qué? ¿Solucionamos algo así? No, en absoluto. Simplemente estamos agrandando al portero y dejando de ver la portería. Así es mucho más difícil marcar gol.

No puedes pasar con el coche porque hay alguien en doble fila. Me cago en todo, será… ¿Qué consigues? nada, no se va a quitar antes porque tú te quemes. Bueno sí, alimentas tu ansiedad. Cuanto más te enfades más cabreado estarás, si eres rígido con la situación entrarás en ebullición. ¿Qué consigues?, hacerte daño a ti mismo, nada más. La ansiedad funciona como el rascar, cuanto más te rasques más te pica:

  • Opción 1: Problema – flexibilidad – comprensión – asertividad – problema solucionado – no hay daños – sigues con tu vida.
  • Opción 2: Problema – rigidez – distorsión – ansiedad – no solucionas el problema – daño mutuo – te pasas 3 días rumiando todo en tu cabeza y no puedes seguir con tu vida con normalidad dada la ansiedad que te has generado a ti mismo.

Este capítulo está siendo algo farragoso. Creo que es el momento de hacer un resumen y ordenarlo todo:

  • 1º no podemos controlar lo que hacen los demás, siempre habrá montones de cosas en la vida que no dependen de nosotros.
  • 2ºAnte eso podemos comportarnos de forma flexible o de forma rígida. Si nos comportamos de forma rígida lo único que conseguiremos será aumentar nuestra ansiedad, crear una distorsión, herirnos mutuamente y no solucionar nada.
  • 3º Si nos comportamos de forma flexible podremos resolver la situación sin heridos y seguir adelante.

¡Pero es que tengo razón! Sí, ¿y qué? ¿De qué te sirve? de nada. Si te empecinas en demostrar que tienes razón en vez de ser comprensivo y buscar una solución rápida y práctica lo único que conseguirás es hacerte daño a ti mismo y a los demás así que, ¿para qué? Tener razón, no es suficiente en la vida.

Quiero ser flexible. ¿Cómo lo hago?, porque no soy capaz. Me enfado siempre, no lo puedo evitar. Lo intento pero es algo superior a mis fuerzas. No puedo detener el run, run de mi cabeza. No puedo dejar de pensar y de darle vueltas. Bueno pues eso lo veremos en el capítulo IV.

¡Eh! ¡Te has equivocado! ¡qué el siguiente capítulo es el III! Lo sé, pero es que en el próximo hablaremos de cómo funciona la ansiedad. Tenemos que comprender esto para ser capaces de dejar de alimentarla.

«La ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento»

Sed muy felices.

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