Selfie mío en la pista finlandesa de Oviedo con camiseta de deporte negra. Detrás se ven árboles a ambos lados. Soy rubio, pelo corto, ojos azules y barba corta. Llevo unos auriculares de esos que se meten dentro de la oreja, inalámbricos rojos.

Sobre mí

David Fuente. Cosecha del 81, como Álex Ubago pero sin el drama. Funcionario público del Principado de Asturias.
Actualmente trabajando en educación.

Selfie de cuerpo entero sentado en una roca de la playa de Covas, en Viveiro, provincia de Lugo. Voy vestido de azul con la camiseta del Oviedo y pantalones de deporte. Playeros blancos. A mi lado se ve una bolsa azul con la cruz amarilla de Asturias apoyada en las rocas. En el fondo de la imagen se ve el mar.

Diagnosticado de autismo nivel 1 con 35 años, hasta entonces sobreviviendo en un mundo que no era el mío, que no entendía y en el que nada tenía sentido. Y no me extraña, porque como decía Obélix: «están locos esos neurotípicos». Bueno, eso o algo así parecido creo que decía 😉

Nacido en Oviedo, capital del paraíso natural, donde los chigres huelen a sidra, los paisanos dicen «como ye, ho» y el paisaje es verde porque lo pintamos con Plastidecor. Existe una teoría apócrifa que sostiene que es porque llueve todos los días, pero como diría Krahe, ciertamente es un burdo rumor.

Crecí siendo el niño rarito, el especial, el que hacía cosas de mayores cuando aún no tocaba, el tímido que pasaba desapercibido, casi invisible, el que entraba en mutismo con desconocidos pero que cuando había confianza te soltaba las verdades a la cara sin ningún filtro, el que no disimulaba nada cuando algo no le gustaba, el que se quejaba por todo, el que entraba en erupción cuando le cogían sus cosas o se las cambiaban de sitio, el que detectaba los olores a kilómetros de distancia, distinguía los ingredientes de todo lo que le daban de comer con sólo dar un bocado, nunca encendía la luz porque no la necesitaba y el que pensaba que los demás estaban sordos por el volumen al que hablaban.

El adolescente que siempre estaba cansado sin saber por qué, al que le costaba recuperarse de una fiesta tres días mientras que el resto lo hacían en unas pocas horas, el que cambiaba de amigos constantemente porque nunca encontraba su sitio, el que se aburría con las cosas que hacían los demás, el que sacaba buenas notas hasta que dejó de sacarlas, el que se rebelaba contra las imposiciones sociales carentes de lógica alguna y el que se metía en todos los charcos por las injusticias que veía.

El que no podía más pero nunca pensó que aquello no fuera normal porque era como se había sentido toda la vida. El que no descubrió la verdadera gravedad de la situación hasta que escuchó por primera vez a una psicóloga del Teléfono de la Esperanza hablar de ansiedad y depresión.

El que siempre supo que era diferente a los demás.

Foto del Nou Campo desde el primer anfiteatro cerca de una esquina. Aparece mi cara por el vértice derecho de la foto en diagonal con la boca abierta y poniendo cuernos con la mano.

Pero también el adulto que ha sacado una oposición, que tiene un buen trabajo, que es independiente, que tiene amigos, que da ponencias, viaja, toca la guitarra, escribe… y vive como le sale de los mismísimos cojones.

Ponerle nombre a lo que soy me salvó la vida.

Tras 35 años perdido, desubicado, sintiendo que no era de este planeta, me di cuenta que estaba jugando en el mismo tablero que los demás pero con las instrucciones equivocadas. Al fin pude ponerme en la casilla de salida, encontrar el camino y escapar de las tinieblas, tener una identidad, empezar a SER y a EXISTIR.

Comprendí que era válido. Aprendí cómo era mi propio funcionamiento. Dejé de vivir de la forma que me habían impuesto y empecé a hacerlo de acorde a mis características. Me convertí en un pequeño hombre libre.

Que nunca nada ni nadie os niegue vuestra realidad.

David Fuente en letras negras con una tipografía que parecen manuscritas.
David Fuente

Entrevistas y eventos

  • Captura de la web cocinadaptada donde sale mi foto de perfil sobre fondo verde con un texto en letras negras que dice: entrevista a un pequeño hombre libre
  • Foto mía sentado en una sala de la Junta General del Principado de Asturias dónde tenía reunión con los diputados y diputadas el 18 de febrero de 2022
  • Página escaneada en papel de mi entrevista en el periódico La Nueva España de Oviedo el 16 de febrero de 2022
  • Cartel de la ponencia del 2 de abril de 2022 en Barcelona. Derribando mitos: autismo femenino vs masculino en letras rojas sobre fondo blanco. Debajo una franja verde que dice: Beatriz de Caralt, David Fuente y Marta Robles y debajo otra vez sobre fondo blanco nuestras fotos de perfil a modo de avatar dentro de un círculo
  • Ponencia 2 de abril de 2022. Se ve la enorme mesa estilo mostrador negra que pone CUATRECASAS que fue el sitio donde lo hicimos. En primer plano Sara Codina, después se ve la cabeza de Beatriz de Caralt tapada por el ordenador y el siguiente soy yo. Se me ve la cabeza y trozo de la camiset roja. Al fondo se intuye a Marta Robles. Detrás nuestro se ve una pantalla gigante con el cartel anunciando la ponencia.
  • Captura de una entrevista en la web de RTVE que salió la semana anterior al de 2 abril de 2022 por el día del autismo