¡Bah, eso a mí también me pasa!
Recuerdo la primera vez que trabajé, allá por la época en la que las pandemias, el reggaeton, los tertulianos de la sexta noche y otros grandes males de la humanidad aún no existían, llegar muy orgulloso al fin de mi primera semana laboral y decir: uf, lo conseguí, no puedo más. Pues sí, lo recuerdo …